Fieles en lo poco y en lo mucho

  •   Lc. 19:11-26 Parábola de las Minas

  •   Mt. 25:14-30 Parábola de los talentos

    Vamos a ver estas dos parábolas muy interesantes que nos hablan de, a lo que es semejante el reino de los cielos. Cuando la palabra dice en una parábola que es semejante e reino de os cielos, es porque así es. Es una comparación entre lo que está diciendo con lo que verdaderamente es el reino de los cielos. Una semejanza es un adjetivo invariable y específicamente refiere a que es muy parecido.

    Estas parábolas de los talentos y las minas, aunque son muy semejantes, tienen el mismo enfoque de lo que es el reino de los cielos; o sea, el reino de Dios, pero cada una con su enseñanza aunque que nos hablan del mismo sistema:
    La Parábola de las minas nos habla de un hombre Noble; (refiere a una persona con un titulo de nobleza otorgado por un rey o linaje) que se va a un país lejano para recibir un reino. Él reúne a sus trabajadores; a diez, y les da diez minas. Una para cada siervo y les dice Negociad entre tanto que vengo.

    La mina era una moneda que equivalía aprox. a 100 denarios, o sea, al salario correspondiente a cien días de trabajo.

    Lo cual quiere decir, que un denario era el salario por un día; y él, les da el equivalente a cien días de trabajo para que negocien entre tanto que el vuelve.
    Él reparte un 10% de sus bienes a cada uno. El hombre Noble toma su dinero, (su 100%) esto era que se había tenía en sus ahorros lo de 1000 días de trabajo y los repartió para que produjeran y se multiplicara lo que tenía. Ahora bien, este hombre tenía tal confianza en sus trabajadores; porque no cualquiera dejas sus bienes a sus trabajadores y se va lejos de sus país.
    Entonces, él reparte un 10% de su dinero a cada trabajador. Se va a recibir su reino, y vuelve pidiendo cuentas de sus bienes; de las ganancias que ellos pudieron haber logrado.
    El 100% de 1 mina sería 1 mina más; es decir, el que gana una mina a partir de una mina gana el 100%.

    El primer trabajador al que llama se presenta con un 1000% de ganancias porque ganó 10 sobre una. Le trajo el producto de 1000 días de salario. Lo cual quiere decir, que solamente bastó una persona para producir lo mismo que él había repartido. Él repartió 10 entre sus trabajadores; una mina a cada persona. El siguiente trabajador le trajo 5 minas ganadas sobre una; lo cual quiere decir que le trajo de ganancias el 500%. 500 días de trabajo. Luego habla de un tercero que no le trae nada de productividad, porque tuvo miedo de perder la mina que le habían dado. Quizá pudo pensar lo siguiente: “¿con una mina no hago nada? Mejor la guardo no valla a ser que la pierda. Si me hubieran dado más otra cosa seria. Puede haber muchas excusas que se pudo haber propuesto el hombre, para no poner a trabajar la mina. Sin embargo, lo que sí se le ocurrió fue mentir en base a sus suposiciones de lo que él creía que su Señor hacía; no cabe la menor duda, que éste hombre no conocía a su Señor.

    “Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo.” Lc 19:20-22

    De los otros trabajadores no se habla nada.   
Preguntas

¿Cuántas minas le devolvió el primero? R= 11 minas
¿Cuántas le devolvió el segundo? R= 6minas


¿Cuantas devolvió el tercero?                   R= Ninguna.                       Se la Quitaron.


Con todo esto, sus bienes aumentaron a: 2500 días de trabajo; y eso que aparentemente fueron fieles dos, de diez personas candidatos a fieles, los que produjeron ganancias.

          Parábola de los talentos Mt 25:14-30


Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad Mat  25:15


La de los talentos nos habla de un hombre que se va lejos. Dueño de sus propiedades, y que tiene sus trabajadores a los cuales reparte sus bienes para que produzcan entre tanto que él tiene que hacer sus deberes lejos d allí. El toma su dinero y lo reparte. Pero note que dice la palabra: que les da a cada uno conforme a su capacidad.
Hay tres trabajadores en los que él reparte sus bienes que son 8 talentos. Uno recibe cinco talentos, otro dos, y otro uno.   Los ahorros de éste, eran 48 mil días de trabajo. Ocho talentos

Un talento equivalía a seis mil denarios, o sea, al salario por seis mil días de trabajo. Un denario por día. Ocho talentos equivaldrían al salario de casi 132 años de trabajo de un obrero. 
Era un hombre poderoso económicamente; pues, el monto total eran unos 48000 drácmas que era prácticamente lo mismo que el denario. Así que estos 48000 divididos entre 365 días nos  da 131.5 años.

Uno recibe cinco talentos que es 62.5% de los bienes totales de su señor. Casi 90 años de trabajo. Otro recibe dos talentos que es el 25% de los bienes, casi 33 años de trabajo.

Y el tercero un talento que es el 12.5% de los bienes que son casi 16.5 años de trabajo.

Cada uno recibió en base a lo que era capas de manejar.

El primero y el segundo, a la hora de hacer las cuentas produjeron el 100% de los que habían recibido. Lo cual quiere decir que los dos eran capaces de producir al 100% sobre lo que se les había dado; o sea sobre lo que eran capaces de manejar. Uno era capas de manejar cinco, el otro dos, y el otro uno. Pero los tres eran capaces de manejar y producir. Sin embargo, el tercero no quiso negociar nada y escondió su talento. Con las mismas excusas de el de la parábola de las minas. Al parecer no conocía a su Señor, sino también creía conocerlo. Mt. 25:24-27. Y por eso lo escondió para no perderlo.
Este siervo necio que no produjo nada y devolvió el talento, seguramente se comparó con los otros y pensó que no valía la pena trabajar porque fue quien recibió menos para negociar.

          La Semejanza del Reino de Dios

Dice la palabra que el reino es semejante a esto:

  1. Semejante a un hombre Noble que se fue lejos para regresar coronado y reinar sobre nosotros. Habla de Cristo. Pero hay algunos que no quieren que reinen sobre ellos.
  2. Semejante a un hombre noble que reparte sus talentos y tesoros, a cada uno conforme a la capacidad de producir.
  3. Semejante a unos trabajadores que son capaces de trabajar con fidelidad.
Todos somos fructíferos, capaces de producir sobre lo que nos da solo que a veces no producimos por diferentes circunstancias. Excusas, o comparaciones, o que simplemente creemos conocer a Dios y somos tan “temerosos” de él, que preferimos no hacer nada por miedo a no responder bien y a perder. Muchos tienen la mentalidad de perdedores y por eso no avanzan en su crecimiento ni logran nada, ni intentan nada.

Este tercer hombre no se dio cuenta que realmente tenía un buen porcentaje del total repartido. Le dieron el 12.5% para comenzar a producir. Pero a lo mejor comparado con los otros dos pensaría que no era suficiente, o que no tenía un margen de perdida; porque si perdía uno, lo perdía todo.

Muchos creen que al ser parte del reino de Dios pierden; Quizás vallan a perder cosas que realmente no deberían tener desde hace mucho tiempo, las cuales sí sería necesario perderlas de vista; o sea, sacarlas de sus vidas.



Otros creen que pierden el tiempo trabajando en los talentos que Dios da y terminan sin servir; prefieren vivir sus vidas como siempre las vivieron antes de llegar a Cristo. No adquieren compromisos con Dios.

No se involucran en la Iglesia, son tremendos para hablar y criticar a la Iglesia y a los hermanos en general, y al final, terminan con un comportamiento negligente y malo.


Hay otros que Comparan sus oportunidades con otros, y nunca están contentos con lo que tienen o con lo que les toca trabajar. No compares tus oportunidades con las de otros.


Debemos aprovechar lo que tenemos y ser productivos porque ya no hay más excusas para salir adelante.


La Palabra dice en Prov. 13:23 que…


“en el barbecho del pobre hay abundancia de pan y se pierde por falta de juicio.”

Significa que aún en medio de la pobreza hay abundancia.

Pero, lamentablemente, hay personas que menosprecian lo que tienen, porque tienen falta, o son faltos de buen juicio. Es decir, siempre juzgan mal lo que tienen y lo que les rodea. No son capaces de ver la riqueza o la abundancia que puede haber en medio de la pobreza que les rodea, cuando deberían de tener el buen juicio de aprovechar todo lo que tienen alrededor.
Hasta muchos en esto se quejan; creen que Dios no les da, o que es poco lo que tienen; pero, Dios quiere que en lugar de ver lo que te falta, veas lo que te ha dado; porque, hasta ahora o hasta en ese preciso momento eres capaz de trabajar con lo poco o mucho que él te ha dado.

Solo necesitar mostrar la fidelidad de trabajar con eso, porque Dios te ha dado conforme a tu capacidad. Si Dios te da, entonces eres capaz de tenerlo, pero si Dios te quita, es porque has decidido ser malo y negligente.


Nadie en el reino de Dios es malo y negligente; todos somos capaces de ser fieles y productivos en lo que Dios nos da.

En estas parábolas, vemos un claro ejemplo de de que el reino de Dios es semejante a un reino Productivo y confiable. Un reino de productividad y confianza; ya que el amo, confió en sus siervos, y les entregó todo lo suyo para que lo trabajaran.

Dios es igual; trabaja igual en su reino. Dios confía en nosotros y nos da talentos y tesoros, y todas las oportunidades las cuales debemos aprovechar. Sea mucho, o sea poco lo que te da, recuerda que Dios te lo da conforme a tu capacidad. La Biblia dice que, o bien podemos producir al 100% o incluso al 1000 por uno. También en la parábola del sembrador dice, que hay otros que producen al 30%, y 60% pero producen. De manera que debemos aprender a Ser fieles en lo poco para poder ser fieles en lo mucho, porque a hombres y mujeres fieles y productivos, a esto, es semejante el reino de Dios. Amen.

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