Vida Nueva Para Mí
¿Es posible que una persona tenga una nueva vida a partir de una vieja historia? Claro que sí. No cabe la menor duda. De hecho todos los que estamos aquí, es lo que estamos viviendo, una nueva vida. Pero: ¿Cuántos de los que aquí estamos creemos que tenemos una nueva vida? Yo espero que todos así lo creamos. Ahora bien, una pregunta que va un poco más allá ¿Cuántos de los que estamos aquí estamos demostrando vivir, una nueva vida a partir de nuestra vieja historia? Quizás los jóvenes digan: “Nosotros a penas estamos comenzando a vivir nuestra vida, todavía no tenemos mucha historia que cambiar” o los niños pensarán: “nosotros no sabemos lo que es hacer historia” y los mayores dirán: “yo ya llevo vividas varias historias” lo que sí es cierto es, que sí es posible tener una nueva vida a partir de nuestra vieja historia.
Quiero que veamos un pasaje que está en el evangelio de Juan capítulo Nº. 3 vrs 1-8
“Una noche, un fariseo llamado Nicodemo, líder de los judíos, fue a visitar a Jesús y le dijo:
Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, pues nadie podría hacer los milagros que tú haces si Dios no estuviera con él. Jesús le dijo:
Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios.
Nicodemo le preguntó: ¿Cómo puede alguien ya viejo volver a nacer? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre? Jesús le respondió:
Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu.
No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo.
El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su sonido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así también sucede con todos los que nacen del Espíritu.”
La Biblia nos enseña que es necesario nacer de nuevo para ser diferentes. También la Biblia nos dice en la segunda carta a los corintios 5:17, que cuando venimos a Cristo todas las cosas deben de cambiar y se hacen totalmente nuevas. O lo que es lo mismo: “las cosas viejas pasan, y ahora todas son hechas nuevas”.
Y esto es simple; Dios, cuando venimos a él, no hace remodelaciones en nuestras vidas, sino que hace cosas nuevas, hace de nosotros vidas nuevas diferentes y mejores. Cambia totalmente nuestra historia pasada que veníamos arrastrando. Por eso, cuando decidimos entregarle nuestro corazón, basándonos en este pasaje del evangelio de Juan decimos, que nacemos de nuevo, porque somos formados otra vez. Como si fuera desde cero.
Jesús le explico a aquel fariseo líder de los Judíos llamado Nicodemo, cuando este le preguntó que como era posible hacer los milagros que Jesús hacía. Y Jesús le contesta con una frase que fue un tanto confusa para Nicodemo. Jesús le dijo: “es necesario nacer de nuevo”. Y Nicodemo entra en esa confusión tal, que le dijo que ¿cómo era posible hacer eso; si lo que se tenía que hacer, era entrar en el vientre de la madre a pesar de ser ya viejo, para luego volver a nacer? Por supuesto que no es posible entrar y salir otra vez del vientre de nuestra madre, le contestó Jesús; pero es casi como eso.
A lo que Jesús se estaba refiriendo, era al hecho de que la vida carnal tenía que dejar de ser en nosotros y comenzar una nueva vida en el espíritu; y que además, de esto dependía ver y entrar en el reino de Dios. No se podía ver ni entrar en el reino de Dios si no se muere a lo carnal primero, y se comienza a vivir una nueva vida en lo espiritual. No es posible.
Es obvio que todos tenemos una historia. Cada quién tenemos una historia pasada de nuestra vida y muy personal. El asunto es, si hoy en este presente que vivimos, ¿estas viviendo tu misma historia de hace años cuando estabas sin Cristo? yo espero que cada uno estemos viviendo nuevas vidas en este presente, porque yo quiero asegurarte que Dios tiene una vida nueva para ti. Esto es lo que la Biblia, la palabra de Dios nos enseña. Dios tiene una nueva vida para ti y para mí; y debes de vivir en ella.
Jesús le estaba ofreciendo una nueva vida a Nicodemo. Este fariseo estaba maravillado de que ese Jesús que estaba en ese momento delante de sus ojos, ese hijo de José el carpintero ahora tenía una nueva vida. Una vida tal, que era capaz de hacer señales y milagros. Se preguntaba como es posible hacer eso que Jesús hacía. “Tienes que haber hecho algo diferente para hacer todos esos milagros y esas señales que haces. Algo tuviste que haber hecho; se decía Nicodemo.” Y es que, es obvio que cuando llevamos una vida diferente es notorio a los demás. Nuestros pensamientos son diferentes, nuestro espíritu y nuestro corazón cambian de una manera tan radical, que pareciera que somos otra persona. A veces hasta incluso, nuestro semblante o nuestro aspecto cambian; como que rejuvenecemos; porque, comenzamos a ver la vida desde otra perspectiva que nos llenamos de vitalidad nuevamente. Incluso damos paso, a nuevos proyectos. Ya no somos los mismos, ahora somos diferentes porque tenemos una nueva vida.
Diga conmigo: ¡Hay vida nueva para mí!
- Alcanzando vida nueva. En Efesios 2:1-7 Encontramos Tres claves
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Es más que obvio como dije al principio que todos tenemos nuestra historia que hoy debimos haber cambiado, porque ya no somos los mismos, y como dice la Canción “Jamás podremos serlo ya” No podemos ser iguales; Cristo en un momento nos ha transformado; pero debemos nosotros de ser diferentes. No solamente repetir una y otra vez que tenemos una vida nueva, sino que debemos vivir en esa vida nueva. No es fácil; se requiere de un esfuerzo grande para lograrlo. ¿Qué debo hacer…? ¡Acepta el reto de comenzar de nuevo! Acepta el reto de vivir diferente a como vivíamos antes. Dice este pasaje que antes estábamos muertos en nuestros pecados y maldades. Pero nota lo que dice: Muertos. Quiere decir dos cosas: La primera: es que vivíamos pero en esa vida, lo único que encontrábamos por causa de nuestras maldades y pecados era la muerte; no había ningún sentido para nuestra vida; no había ningún propósito. La segunda es que esa vida que llevábamos era una vida de maldad, desobediencia a Dios, una vida conforme a los deseos propios carnales y mundanos y una versión de la Biblia dice que vivíamos cumpliendo los caprichos de nuestra naturaleza pecadora, y haciendo la voluntad de Satanás. Esto es vivir muertos. Es un reto dejar esa vida pasada para alcanzar vida nueva, porque como dijo una vez un hermano… El pecado es dulce, es atractivo, y está fácilmente al alcance de cualquiera. Así que: ¡Acepta el reto!
2. Aprende a obedecer a Dios; es la segunda cosa para alcanzar vida nueva.
La Biblia dice que antes obedecíamos al príncipe de este mundo; a aquel que opera en los hijos de desobediencia. Quizás muchos digan: “yo no obedezco al diablo, Dios me guarde” sin embargo la biblia enseña que uno puede obedecer a Satanás ¿cuándo o de qué manera? Siguiendo la corriente del mundo. hoy el mundo nos enseña de todo menos de Dios. Hay muchas filosofías, doctrinas, tradiciones, etc., que nos enseñan todo lo que se te ocurra menos de Dios. Antes al contrario; Dios está excluido.
La Biblia PDT en el verso 3 de este pasaje de Efesios 2 dice que: “Nuestra forma de vida era complacer los deseos de la naturaleza humana. Hacíamos cualquier cosa que el cuerpo deseara o que la mente pudiera imaginar.” Es decir Complacíamos la naturaleza humana antes que a Dios. esa era nuestra historia; y quizás, siga siendo la de muchos cristianos. No han nacido de nuevo, no tienen vida nueva. Vienen arrastrando con su pasada manera de vivir y les es difícil alcanzar la vida nueva que Dios les tiene preparada por medio de Cristo.
Proverbios 3:1-2 Dice: “Hijo mío, no te olvides de mi ley y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán”
Así que Obedecer a Dios es la segunda clave.
3. La tercera clave es: Acepta su gracia.
No todos aceptan la gracia de Dios. Incluso muchos cristianos no han entrado al camino de la vida nueva porque no aceptan la gracia de Dios. La mencionan, la proclaman pero no saben que es la gracia y como es que se obtiene. Primero que nada debemos entender que la gracia es un favor no merecido. Es decir no hicimos nada para merecerla. Dios habiendo conocido nuestro pasado, lo tomó y lo cambió por una nueva vida; una nueva historia. Sin embargo muchos rechazan la gracia de Dios al volver a tomar su vida pasada y continuar viviéndola como si Dios nunca hubiera intervenido. Les gusta su pasado; les gusta ser como eran antes. Viven como si Cristo nunca hubiera entrado en sus corazones. Las cuestiones son muchas. Quizás les gustaba su vida de antes mucho más que la de ahora, la vida de ahora se les hace más aburrida, no tienen un propósito del porqué y para qué viven ahora en Cristo, han olvidado su primer amor, les cuesta ver lo que realmente hizo Jesús en la cruz por sus vidas, su vida ahora tiene más dificultades que la de antes y ven el desierto como algo permanente y no como algo temporal, las pruebas de Dios las ven como un fastidio y no como una preparación para la victoria.
Podríamos numerar y numerar un sinfín de cuestiones; así que, es mejor aceptar la gracia que Dios nos da gratuitamente.
Dios tiene una vida nueva para cada uno de nosotros; el pasado, pasado está y debemos extendernos hacia lo porvenir, y no estancarnos en el pasado. Solamente hay que hacer lo siguiente:
Efesios 4:17-24.
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
- No vivas en al vanidad de tu mente
- No tengas pensamientos oscuros
- No vivas con un corazón endurecido
- No vivas ajeno a la vida de Dios
- No pierdas la sensibilidad de tu corazón
- No te entregues a los placeres de la carne
- Vive una vida de pureza
- Vive conforme a la verdad de Cristo
- Despójate cada día de tu pasada manera de vivir que está viciada
- Desecha los deseos engañosos
- Renueva tus pensamientos
- Déjate guiar por el Espíritu Santo
- Vístete con la santidad que Dios te ha preparado
- Recuerda que Cristo Pagó el precio; así que, vive una vida digna que glorifique Su obra por medio de tí.
Dios puede cambiar nuestra historia. Tú y yo podemos tener la capacidad de que nuestra vieja historia se convierta en una nueva vida en Cristo Jesús. Amén
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